Tenía preparadas unas palabras para leer en el funeral de Nerea pero, después de oír cantar a su padre, no tuve el coraje suficiente. Eran éstas:

NEREA, HAS SIDO PARA NOSOTROS, PARA TODOS LOS CORALISTAS QUE HAS DIRIGIDO, MUCHAS TARDES, MUCHOS DÍAS, LUZ, MÚSICA, ALEGRÍA, SONRISA, COMPRENSIÓN, ALIENTO, POESÍA.

TU DEDICACIÓN Y ESFUERZO, TU VISIÓN OPTIMISTA DE LA VIDA, TU MANERA DE SER EN EL MUNDO, NOS ACOMPAÑARÁ SIEMPRE.

TENGO AQUÍ UN POEMA QUE COMENTAMOS UN DÍA Y ME DIJISTE QUE TE GUSTABA MUCHO PERO QUE ES MUY TRISTE. NO VOY A LEERLO PORQUE TU NO QUERÍAS TRISTEZA.

LA CORAL ELKARREKINN DE BERRIOZAR TUVIMOS EL PRIVILEGIO DE COMPARTIR TU ÚLTIMO ENSAYO. CANTAMOS POR PRIMERA VEZ EL “GAUDEAMUS IGITUR”, CANCIÓN DE VIDA Y ALEGRÍA. EN ESTA CANCIÓN NOS DEJASTE TU VOZ.

DESPUÉS DE OÍR CANTAR A TU PADRE SOBRAN TODAS MIS PALABRAS. DESDE EL FONDO DE MI ALMA QUISIERA GRITAR UN ¡BRAVO NEREA ¡. TÚ, CON TU DIRECCIÓN, CONSEGUISTE MUCHOS APLAUSOS PARA NOSOTROS. HOY, AQUÍ, EN TU PUEBLO, QUIERO PEDIROS A TODOS EL MAYOR Y MÁS CERRADO APLAUSO PARA TI, NEREA.